Empieza el año y, como era de esperar, todo sigue igual. Al Madrid le perdonan alguna que otra tarjeta y al Barça algún que otro penalti. Si algún equipo no se puede quejar de arbitrajes en su serie histórica son estos dos. En el balance final han recibido más de lo que les han quitado. Pero yo soy un colegiado atípico. Como he dicho cuantas veces me han querido escuchar o leer que estoy a favor de ayudas tecnológicas para ser más justos, también me permito decir que cada uno es muy libre de quejarse de lo que considere oportuno. En su queja llevan los protagonistas de este circo su etiqueta y cada cual queda retratado con aquello que dice.


Huyo de los refranes, pero ha sido Llaneza el que ha debido de pensar que el que no llora no mama, y que ya va siendo hora de llorar. Quizá tenga razón, 16 jornadas sin haber tirado un solo penalti mientras eres uno de los clubes que más ha recibido en contra pueden ser casualidad, pero si llegas al Camp Nou y el colegiado hace lo posible por no ver otros dos más, clarísimos, en casa del líder, atas cabos de malicia y te quejas... o, con la razón que te dan las imágenes que todo el mundo ha visto, aprovechas que en Barcelona hay más micrófonos que en Villarreal y, ante todos ellos, te quejas.
De algo servirá. Al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario