martes, 19 de enero de 2010

Nunca es mucho tiempo

Dice la FIFA que no sanciona a Henry por su doble manotazo al balón porque "no hay base jurídica" para ello. Lo dice justo dos meses después de que la estrella de la selección francesa palmeara un par de veces el esférico en la prórroga del encuentro de vuelta de su repesca para el Mundial de Sudáfrica 2010. Irlanda, tras una eliminatoria muy igualada, vencía 0-1 en el Stade de France de Saint Dennis, cerca de París. Corría el minuto 103 del duelo y la pelota se escapaba por la línea de fondo. Henry lo evitó con un doble toque de balón prohibido hasta en voleibol, luego se la pasó a Gallas y éste marcó el tanto del empate que clasificaba a Francia para la fase final.

Todos contentos. Menos los irlandeses.

Pero los irlandeses no le interesaban al prestidigitador Blatter, que tapó el asunto como pudo, se hizo el sueco pese a tener su residencia en Suiza y, al cabo de unos días, encargó a su Comisión de Disciplina que mirara a ver si lo de Henry merecía sanción. Ya hemos visto que no.

Tampoco importa mucho el retraso, pues según el artículo 42 de su Reglamento de Disciplina una conducta incorrecta no prescribe hasta pasados cinco años. Aún podrían haber esperado a que se retirara el francés. Eso quizá hubiese sido menos vergonzoso. Nos habríamos ahorrado que toda una isla se desayune hoy con los periódicos explicando cómo los encorbatados de la FIFA se mofan del fútbol de la vieja y católica Irlanda.

Pero claro, quién es Irlanda, cuánto atrae, cuánto vende, cuántos espectadores llevaría a Sudáfrica, cuánta audiencia televisiva arrastra, cuántos mundiales y eurocopas ha ganado. Cuánto nos importa. A mí, no más que cualquier otro equipo. Pero el fútbol, ah, eso es otra cosa. El fútbol, dirigido por estos mangarrianes, me hace daño.

Esta mañana Gozalo se partía de la risa en su programa de Radio Marca con Álvaro Benito cuando hacían referencia a esta patochada del Comité de Disciplina de la FIFA, y la equiparaban a la decisión de la Universidad de Sevilla, que ayer reconoció el derecho a los estudiantes a copiar en sus exámenes. "Adónde vamos a llegar", decía el maestro. Se refería a lo de Sevilla, pero yo creo que también a lo del fútbol.

Lo que pasa es que como esto es un juego, nos lo tomamos todos a chufla en el día a día. Aunque cosas así lo vayan enfermando, ninguno nos creemos que de esta dolencia vaya a morir.Pero poderosos imperios han caído con esa actitud, dejándose pudrir en manos de corruptos aprovechados.

En el artículo 61 de los citados estatutos hay un buen ejemplo de la burla en que se convierten al calor de los intereses. Dice ese apartado que si se falsifican documentos para que alguien pueda participar en una competición sin ser elegible para la misma, la sanción aplicable será de inhabilitación para toda actividad relacionada con el fútbol de al menos un año y una multa no menor a 5.000 francos suizos. Pues bien, a principios de curso, en el mundial sub17 se tuvo que mandar para casa a decenas de jugadores del África negra porque tenían más años que su propio padre. ¿Sanciones? Ni una.

A Henry lo podrían haber castigado si querían, como hizo la UEFA con Raúl, que metió un gol con la mano ante el Leeds en la Champions de 2001. A la estrella madridista le cayó un partido de sanción. Claro que ahí el perjudicado era un histórico club inglés, cuya prensa hace mucho más ruido que la irlandesa... Y además, Inglaterra forma parte de la International Board. Irlanda no.

Su propio artículo 76 faculta a la dichosa Comisión a emitir una sentencia contra el barcelonista, pues éste reza que es competente "para sancionar todas las faltas previstas en los reglamentos de la FIFA que no haya conocido ninguna otra autoridad". Y de todos es sabido que el árbitro ni conoció aquellas manos ni quiso hacerlo. El artículo 77, al que se remiten para dejar a Henry libre, es interpretable y también autoriza a poner al francés a la sombra, pero no les ha parecido oportuno.

Ellos verán. Pero aquí, a propósito de las investigaciones por amaño de partidos (de las que no se ha vuelto a saber nada, curiosamente, desde hace mes y medio), nos hemos preguntado qué pasaría si alguna mano negra quiso que fuera Francia y no Irlanda la que se clasificara para el mundial... al precio que fuese. Dice el mismo texto al que la FIFA se remite para liberar a Henry, en su artículo 42.3, que el cochecho no prescribe nunca.

Nunca es mucho tiempo y quizá algún día nos enteremos. En este caso o en otro similar.

periodistaycolegiado@elmundo.es

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