Publicado en EL MUNDO el 22 de noviembre de 2009
Hay que saber de fútbol para ser un buen árbitro. Haberlo jugado para anticiparse, para pensar pronto y entender al futbolista. Ésa es la mejor manera de no influir, de no ser protagonista, de no darle patadas a este juego y ser un juez justo.
Después de lo acontecido el miércoles en Saint Denis, queda claro que un tío con un silbato es capaz de estropear un partido y mucho más. Aparte de dudas sobre supuestas complicidades del colegiado –ojo a la operación judicial contra el amaño de partidos iniciada en Alemania esta semana–, la clave está en el propio fútbol.
Portugal, en la banda del Bernabéu (21-11-2009)
El sábado en el Bernabéu, Ramírez Domínguez perjudicó a ambos equipos, así que su influencia en el resultado es difusa. El Racing reclamará con razón el gol deCanales (1), que rompe en posición legal entre los centrales madridistas. LaInternational Board –que reúne a FIFA y a las tres federaciones británicas,fundadoras del fútbol– matizó en 1995 la regla 11, aclarando que el fuera de juego posicional «no constituye en sí una infracción». Si Geijo, adelantado, no influye en la jugada, el linier debió guardarse la bandera. Pero la culpa es del árbitro por no entender una jugada mil veces vista.
El árbitro Ramírez Domínguez.
El gol daba el empate al Racing... pero el Madrid pondrá sobre la mesa el evidente penalti previo de Lacen a Benzema (3). No es igual anular el tanto deCanales con 1-0 que con 2-0 en el marcador. Si no ve claro el contacto, un buen árbitro debe saber leer la jugada: dónde va el balón, dónde el defensor, dónde el atacante. Era penalti claro.
Pablo arrolla a Lopo en el descuento del Deportivo-Atlético (21-11-2009).
Sí acertó Paradas Romero en La Coruña, al señalar pena máxima a Pablo, que arrolló a Lopo (2). El trencilla había abonado la locura en 90 minutos desastrosos y el Atlético –ya desquiciado de antemano– se vio derrotado en el tiempo añadido, lo que le hará sentirse víctima. Pero fue un mal arbitraje para ambos equipos, que les impidió centrarse en el fútbol. Era penalti, pero Paradas no entendió nada en todo el partido.
Paradas Romero, trencilla del Deportivo-Atlético (21-11-2009).
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